lunes, junio 22

little drummer girl



Me gusta poner nombres de canciones a las entradas, ésta me costó un poco más... paradójico considerando que en cualquier canción que hubiera elegido, ella aparece.


Han pasado diez años desde que nos conocimos… después de 3 ella cambió porque cambié yo pero en esencia es la misma.

Físicamente la diferencia fue apenas perceptible, 2 pulgadas más; auditivamente la verdad ni me acuerdo.

Juntas cambiamos 5 veces de casa, con la misma flojera inmensa de empacar nuestras pertenencias para desempacarlas en algún otro sitio y adaptarnos a la nueva ubicación. Por largas temporadas se quedaba ahí callada viéndome afanada en mil quehaceres y viéndose a sí misma cubierta por el polvo del desuso.

Pasaron muchos años antes de que la novedad llegará de nuevo a sorprenderla. Hace ya 2 meses cambió de compañeros y creo que se han acoplado; con el nuevo integrante han sido bastante condescendientes y agradecieron cuando, después de un periodo de descanso, viejos elementos se unieron al equipo.

Está llena de recuerdos y tal vez sea por eso que ya no la quiero. Me parece que percibe cercano el final… su nueva contrincante va posicionándose cada vez con mayor seguridad, muestra sus ventajas abiertamente y añade un par de cosas que descartan por completo a mi vieja compañera. Además su historial está en blanco, en ella no ha sido depositada ninguna carga emocional, es solo un objeto.

El rival ni siquiera está presente, está del otro lado de la frontera esperando mi decisión, difícil decisión.

viernes, junio 19

Something happened on the way to Heaven


El 2 de abril de 2005 cuando me fui a dormir encontré en mi camino esta foto, la besé y esa misma noche...


Tomé un camión con un par de amigas, nuestro destino era la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, nos separamos para ocupar distintos lugares, el mío estaba justo detrás del chofer. Estaba viendo hacía la ventana cuando mi vista periférica percibió un manchón blanco en el extremo derecho, giré la cabeza y ahí estaba él sentado, volví a la ventana y caí en la cuenta de lo que estaba pasando: Juan Pablo II y yo viajábamos en el mismo autobús. Miré para todos lados buscando quien respaldara mis visiones. 

Mis acompañantes y yo nos acercamos a él y yo tomé su mano mientras decía "Holy Father", él la quitó y me mostró que ya no traía en anillo, yo le dije "no importa, no es el anillo lo que quiero besar", tome de nuevo su mano y la besé. 

-¿por qué nadie lo acompaña?
- nadie sabe que éste es el camino - contestó con una sonrisa
- no le importa que lo acompañemos nosotras, ¿verdad?
Respondió negativamente con un movimiento de cabeza
- es muy triste todo esto, ¿no cree?
- sí, creo que sí - se detuvo un momento a pensar y continuó - a decir verdad, venía rezando el Rosario y no me había puesto a pensar en eso - sonrió de nuevo

Se levantó de su asiento e hizo la parada en la Terminal de Autobuses del Norte, bajamos con él y nos despedimos con un abrazo.

-Pues bueno... Y se alejó caminando entre la gente.

 Espero poder recordar el camino hasta la próxima vez que nos volvamos a encontrar.

I wanna kiss your hand...




En mi vida he soñado dos veces que tomo a alguien de la mano y la beso... es una sensación muy extraña pero, como dicen los Beatles, cuando lo hago "I feel happy inside..."



Una compañera del trabajo nos llevó a varios de la escuela (alumnos y profesores) a conocer a Picasso, en el camión yo iba tratando de buscar en mi cabeza algún dato de que hubiera muerto, yo tenía la certeza de que eso ya había ocurrido hace mucho pero como no recordaba ni la fecha ni la causa intenté recordar el año e que había nacido y cuántos años tendría ahora, no lo logré. Llegamos a su casa y entramos en su habitación, tenía muchos libros y varios dibujos en las paredes, él estaba acostado en la cama que estaba pegada a la pared del lado izquierdo, cada uno iba saludándolo, cuando llegué yo, la cama ya estaba del otro lado y me dio la mano derecha, yo se la besé  y la sentí muy ligera aunque eran unas manos regordetas, me miró con extrañeza y le preguntó a la que nos había llevado “ella quién es?”, respondió con mi nombre y añadió “lo admira mucho y está muy emocionada” y él respondió como entendiendo por qué le había besado la mano “ah! Yo pensé que tenía retraso mental”, su comentario no me ofendió, al contrario, me hizo reir y pensé “es Picasso, sin duda”. 

jueves, junio 4

Thesaurus

No hablo como escribo. Para expresar una idea necesito mucho tiempo, para terminar una frase mucha paciencia por parte de quien me escucha... Sin embargo me gusta escribir y viendo un capítulo de Friends me animé a empezar un blog...


Ross: What... what are you working on?

Joey: Oh, Monica and Chandler's recommendation. I want it to sound smart but.. I don't know any big words or anything, so...

Ross: Why don't you use your Thesaurus?

Joey: What did I just say?

Ross: Watch. Here, you ehm... You highlight the word you want to change.
Go under Tools and the Thesaurus generates... 'gives'... 'gives' a whole list of choices. You can pick the word that sounds smartest.

Joey: Oh my God, that's great! I'm smart!! No, no, I'm... "brainy, bright, clever", I love this thing! Look out ladies, Joey Tribbiani's got the whole package!!

.

Joey: Hey, finished my recommendation. Here. And I think you’ll be very, very happy. It’s the longest I ever spent on a computer without looking at porn.

Chandler: I don’t... uh... understand.

Joey: Some of the words are a little too sophisticated for ya?

Monica: It doesn’t make any sense.

Joey: Of course it does! It’s smart! I used the the-saurus!

Chandler: On every word?

Joey: Yep!

Monica: Alright, what was this sentence originally? 

Joey: Oh, ‘They are warm, nice, people with big hearts’.

Chandler: And that became ‘they are humid prepossessing Homo Sapiens with full sized aortic pumps...?

Joey: Yeah, yeah and hey, I really mean it, dude.

martes, junio 2

Y coincidir...

Todo resultó más o menos como lo había imaginado.

Me paré en un buen lugar, en realidad lo único bueno del lugar era la ubicación pues me encontraba entre un charco de sospechosa procedencia y filas de camiones con olor a diesel quemado. 

Recargada en la cortina naranja de algún comercio miraba hacia el lado contrario esperando el factor sorpresa. Escuche una voz que dijo mi nombre y empecé a temblar, eso no estaba en mis planes, ni el que mis orejas cambiaran de temperatura y mis cachetes de color... El saludo fue un largo abrazo, tal vez los acumulados a 101 días de separación.

Decidí regresar las 16 estaciones del metro que había recorrido, ahora tenía una compañía con quien valía la pena hacerlo... 

El metro avanzaba tan rápido que percibía algo de malicia en esa inusual ligereza; el tema de conversación no lo se con precisión pero el concepto subyacente era el de coincidencia.

Elementos, un par de momentos de tensión, algunos comentarios con sabor a melancolía, ciertas ideas acompañadas por lágrimas, todo sobre un fondo de inmenso gozo. A ratos el silencio lo gritaba.

Y la tarde se alargó en el momento justo en el que las obligaciones pedían que aquello terminara, una vez abierto el corazón éstas acallaron y accedieron a la complicidad. La oscuridad de la noche contrastó con el fulgor de dos almas reencontradas. 

Agradezco en mi vida los momentos, las personas capaces de dar consuelo en medio del duelo cuando ellas mismas lo padecen, la pesada carga es llevada entre los dos y se vuelve necesario mantenerse juntos para resistir.

viernes, mayo 29

Goliat


De nuevo ocurrió en el microbús.

Abordé para recorrer unas cuantas cuadras. Pagué y me senté del lado derecho en un asiento de cuero sintético cuya temperatura estaba muy por encima de la mía, producto quizá de su larga permanencia bajo el rayo del sol que dominaba todo ese costado.

Nuestro recorrido era amenizado por esa mezcla de estilos cubanos comúnmente llamado salsa. 

No recuerdo la canción, me perdí en la calidad del equipo de sonido de "la unidad", sentía estar ahí, entre los timbales y los bongóes, entre las breves pero constantes intervenciones  de la tuba y  el cencerro marcando los tiempos; me encontraba inmersa en un viaje sonoro que fue abruptamente interrumpido por una voz grave, ahogada en lo que algunos hubieran considerado un escándalo, un hombre bajito, moreno, de unos 60 años: "bájale a tu pinche salón de baile, cabrón"

El chofer bajó un poco el volumen para preguntar cortésmente cuál había sido la petición, ésta se repitió en modo y potencia semejantes, llenos de asombro el "pasaje"  y el chofer, el segundo decidió ignorar el comentario y seguimos disfrutando la pieza. Una vez terminada la canción de la discordia, el "micromedonte" cedió y disminuyó el volumen. 

Y así, un pasajero que había pagado la flamante cantidad de $3 por el servicio que se le otorgaba venció al gigante.
  


viernes, mayo 22

ticket to ride?

Eran las 9:57 cuando vi el reloj por última vez, antes de rendirme ante el sueño que me acompañaba en el micro de regreso a mi casa. 

Después de un rato sentí que nos detuvimos y el motor paró, entonces escuché una voz "me permite señorita?" abrí los ojos entre confundida y somnolienta y vi al chofer a mis pies tratando de sacar algo de debajo de mi asiento, hice los pies a un lado y sacó su escoba con la que empezó a barrer el pasillo de "la unidad", un olor desagradable se propagó rápidamente... en la penumbra vi pasar frente a mi (estaba sentada junto a la puerta) al causante de todo: un fragmento de materia fecal introducido accidentalmente por alguno de nosotros... 

Las reacciones no se hicieron esperar, algunos opinaban que habría sido mejor no moverlo de lugar pues ahora olía peor, otros se concentraban en descubrir al portador de semejante inmundicia, otros, como yo, intentaban entender qué estaba sucediendo y uno más, el único, siguió imperturbable metido en su celular: teníamos al culpable identificado. 

Hubo un cruce de miradas entre los pasajeros y se escuchó la voz de una señora (casi siempre son ellas las que transmiten el sentir popular) diciendo en voz baja (casi siempre intentan hablar en voz baja) "de nada sirve que la echen pa' fuera si en el zapato trae la porquería"

Contrastaba la actitud impávida del sospechoso con la del "operador" que iba de aquí para allá intentando remediar el incidente, ya barría, ya limpiaba con papel de baño, ya rociaba el área afectada con diversos limpiadores; y con la de los pasajeros que buscaban rápidamente abrir rutas de ventilación... el olor ahora era más penetrante y un comentario más se hizo escuchar "nunca tapes un olor con otro olor"

Pasados algunos minutos pudimos continuar nuestro camino, no logré recuperar el sueño, había muchas cosas en las que pensar...